(LifeSiteNews) – Un parlamentario británico está presionando a su gobierno para que reconozca, trate y compense adecuadamente a las víctimas de las reacciones adversas resultantes de las inyecciones de vacunas COVID-19 experimentales genéticamente basadas.
Sir Christopher Chope, parlamentario conservador de Christchurch y East Dorset, fue entrevistado por UKColumn luego de un discurso que pronunció el 11 de abril en la Cámara de los Comunes del Reino Unido en el que abordó los eventos adversos de la vacuna y brindó apoyo suficiente a los heridos.
“Llego a este [tema] específicamente en relación con ayudar a las personas que han tenido reacciones adversas a las vacunas”, dijo Chope al presentador Brian Gerrish.
“Muy temprano, el gobierno dejó en claro que si había reacciones adversas a las vacunas, entonces entraría en vigor el esquema de compensación… por daños a las vacunas [desde 1979]”, explicó.
“Pero hasta la fecha, no se ha realizado ni un solo pago bajo ese esquema”.
“Y estoy tratando de hacer campaña para que ese esquema, en primer lugar, se implemente y también para asegurar que el esquema se cambie para que sea menos arbitrario y más fácil de usar”, dijo Chope.
Al abordar dos objetivos de sus esfuerzos, el miembro de la Excelentísima Orden del Imperio Británico dijo que el umbral arbitrario de tener que establecer una “deficiencia del 60 %” necesita atención, ya que “va a ser bastante difícil para las personas saber en qué lado de la línea se encuentran.
En segundo lugar, el monto máximo de recuperación que puede recibir bajo el programa actual es de “120.000 libras esterlinas, que no se ha actualizado en aproximadamente 15 años y el gobierno parece negarse a actualizarlo. Pero obviamente, incluso esa suma será menos que adecuada para las personas que han sufrido daños a largo plazo en sus vidas, lo que resulta en la necesidad de perder sus trabajos y tener proveedores de atención médica, etc.”, explicó.
Otro punto de énfasis de Chope fue que muchos de los heridos tienen poco interés en una compensación monetaria, sino que quieren que el Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido “tome en serio sus condiciones médicas y les brinde servicios de diagnóstico adecuados y también servicios terapéuticos”.
Chope habló de la “renuencia en ciertas áreas de la profesión de la salud a reconocer la condición de las personas que han sufrido como resultado de haber recibido las vacunas”. Muchas de estas víctimas “sienten que han sido ignoradas”, por lo que recibió una fuerte respuesta de la ciudadanía en general cuando abordó estos temas en la Cámara de los Comunes.
La comisión continuó discutiendo la vacilación de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA) del país y otras autoridades gubernamentales para reconocer que para al menos una minoría de personas “estas vacunas no son deseables”.
Cuando la agencia pareció reconocer que, de hecho, para algunos, los riesgos pueden superar cualquier beneficio potencial, Chope, en su calidad de diputado, les preguntó formalmente: “¿Qué se está haciendo para alertar a las personas sobre este hecho y cómo pueden las personas, de alguna manera, juzgar su propio factor de riesgo en relación con estas vacunas?
Sin embargo, “una vez más, no he recibido ninguna respuesta” de la MHRA, lamentó.
Dado que la MHRA estaba publicando estadísticas semanales sobre lesiones por vacunas en un formato PDF sin capacidad de búsqueda, UKColumn creó una página web para que esta información se pueda buscar. Según este sitio web de revisión de vacunas COVID-19, hubo 450.567 informes totales, 1.475.298 reacciones adversas y 2.075 muertes informadas. Al igual que con el sistema VAERS de EE. UU., los estudios han demostrado que solo una fracción del total de eventos adversos (quizás el 10 %) se informa en estos sistemas pasivos.
Cuando se le preguntó qué pueden hacer los ciudadanos británicos para ayudar en sus esfuerzos, Chope dijo: “La gente tendrá que tratar de involucrar a sus miembros del parlamento en este [esfuerzo]”, ayudar con la publicidad sobre estos temas y persistir en exigir respuestas de las agencias gubernamentales.