CIUDAD DEL VATICANO (LifeSiteNews) — El Papa Francisco ha confirmado por escrito que la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro “no está afectada” por la “disposición general” que restringe la Misa tradicional en latín, contenida en Traditionis Custodes, después de reunirse con algunos de sus superiores.
En un comunicado de prensa del 21 de febrero, la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro (FSSP) ha dicho que el Papa dio una audiencia privada a dos miembros de la Fraternidad el 4 de febrero.
El P. Benoît Paul-Joseph, Superior del Distrito de Francia, y el P. Vincent Ribeton, Rector del Seminario Europeo de la FSSP en Wigratzbad, fueron recibidos por el Papa en Roma “durante casi una hora.”
Calificando la audiencia de “cordial,” los dos sacerdotes “recordaron los orígenes de la Fraternidad en 1988,” sobre los cuales el Papa Francisco “expresó que estaba muy impresionado con el enfoque adoptado por sus fundadores, su deseo de permanecer fieles al Romano Pontífice y su confianza en la Iglesia.”
Al declarar que el gesto de la FSSP debe ser “conservado, protegido y alentado,” se dice que Francisco “dejó claro” que la FSSP y los institutos semejantes dedicados a la Misa tradicional “no se ven afectados por las disposiciones generales del Motu Proprio Traditionis Custodes, porque el uso de los antiguos libros litúrgicos estuvo en el origen de su existencia y está previsto en sus constituciones.”
Aunque no se mencionan explícitamente institutos y grupos como el Instituto de Cristo Rey o el Instituto del Buen Pastor, estos parecen estar cubiertos por la mención en el comunicado de cómo quedan exentos “institutos como la Fraternidad de San Pedro” de las restricciones papales sobre la Misa.
Para certificar esta disposición, el Papa Francisco firmó un decreto, con fecha 11 de febrero, que confirma el derecho y las facultades de los miembros de la FSSP para usar los libros litúrgicos de 1962, tal como se establece en las Constituciones de la Fraternidad.
El decreto dice lo siguiente:
El Santo Padre Francisco concede a cada miembro de la Sociedad de Vida Apostólica “Fraternidad de San Pedro”, fundada el 18 de julio de 1988 y declarada de “Derecho Pontificio” por la Santa Sede, la facultad de celebrar el sacrificio de la Misa, y realizar los sacramentos y otros ritos sagrados, así como cumplir el Oficio Divino, de acuerdo con las ediciones típicas de los libros litúrgicos, a saber, el Misal, el Ritual y el Breviario Romano y Pontificio, en vigor de 1962.
El decreto agregó que los miembros de la FSSP podrían ejercer su derecho constitucional de ofrecer la liturgia tradicional “en sus propias iglesias u oratorios,” pero en otros lugares tendrían que buscar “el consentimiento del Ordinario del lugar, excepto para la celebración de Misas privadas.”
Sin embargo, el Papa Francisco añadió más tarde que “sin perjuicio de lo anterior… también se tendrán en cuenta las disposiciones del motu proprio Traditionis Custodes.” No aclarando cómo debería implementarse esto en la práctica.
Tampoco aclaró cómo la declaración confusa del Papa en Traditionis Custodes – “Los libros litúrgicos promulgados por San Pablo VI y San Juan Pablo II, de acuerdo con los decretos del Concilio Vaticano II, son la expresión única de la lex orandi del Rito Romano” – debe entenderse a la luz de su apoyo personal al uso de los libros litúrgicos de 1962 por parte de la FSSP.
Una posible interpretación de la referencia del Papa es que los sacerdotes ordenados a la FSSP después del 16 de julio de 2021, según las disposiciones de Traditionis Custodes, técnicamente pueden tener que solicitar al Vaticano la confirmación del permiso ya otorgado para celebrar la Misa tradicional. Tales detalles aún no se han aclarado.
Desde el 2 de febrero, la FSSP venía realizando una novena a Nuestra Señora de Lourdes en sus iglesias de todo el mundo, culminando con una solemne consagración de la Fraternidad al Inmaculado Corazón de María el 11 de febrero, día en que el Papa Francisco firmó el decreto. El acto de consagración invocó la protección de Nuestra Señora para que “esté siempre sobre nuestra Fraternidad, a fin de que podamos proclamar fielmente el Santo Evangelio y llevar los Sacramentos a cada vez más almas.”
A la luz del reciente anuncio, la FSSP instó a “todos los fieles que se sienten cercanos a ellos como una familia espiritual a asistir o unirse a ellos en oración en la Misa de mañana.”
En el TC, la FSSP, junto con otros grupos de la anterior Ecclesia Dei, como el Instituto de Cristo Rey y el Instituto del Buen Pastor, son responsabilidad de la Congregación para el Culto Divino y la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, como escribe Francisco, que corresponderá a estos cuerpos curiales “ejercer la autoridad de la Santa Sede con respecto a la observancia de estas disposiciones.”
Tras la publicación de Traditionis Custodes en 2021, la FSSP respondió expresando su “sorpresa” y “profunda tristeza” por el documento, afirmando que “la Fraternidad no se reconoce de ninguna manera en las críticas hechas” por Francisco contra la Misa en Latín.
Mientras el Papa Francisco ha confirmado que la FSSP permanece en gran medida libre de la acción del Papa contra la Misa en Latín, las constituciones de la FSSP ya fueron aprobadas oficialmente por la Santa Sede en 2003. En ellas se estipula que uno de los principales objetivos de la Fraternidad es lograr la “santificación de los sacerdotes” a través de “la fiel observancia de las ‘tradiciones litúrgicas y disciplinarias,’ de acuerdo con las disposiciones del Motu proprio Ecclesia Dei del 2 de julio de 1988, que está en el origen de su fundación.”
Ecclesia Dei ha pedido “una amplia y generosa aplicación de las normas emanadas hace algún tiempo por la Sede Apostólica, para el uso del Misal Romano según la edición típica de 1962.”