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Pope Francis installs a female Lector, January 23, 2022.Vatican News/YouTube screenshot

CIUDAD DEL VATICANO (LifeSiteNews) – Por primera vez, el Papa Francisco ha nombrado oficialmente a mujeres para los ministerios litúrgicos de catequista y lectora durante una ceremonia en el Vaticano en lo que se ha descrito como una continuación del “trabajo creativo” del Vaticano II, y un “ataque herético” contra el Sacerdocio.

Seis mujeres y dos hombres fueron instituidos en el ministerio de lectores y acólitos el 23 de Enero, mientras que tres mujeres y cinco hombres fueron instituidos catequistas.

Los ministerios de lector y acólito han estado reservados tradicionalmente a los hombres y eran peldaños en el camino hacia el Sacerdocio antes de los trastornos litúrgicos del Concilio Vaticano II.

Pero de acuerdo con el motu proprioSpiritus Domini” del Papa Francisco de enero de 2021, la Ley Canónica ha sido alterada para permitir la institución litúrgica de lectoras y acólitas, ambas órdenes sacerdotales menores. A esto le siguió la carta apostólica del 10 de mayo, “Antiquum ministerium”, que se fundaba también en los textos del Vaticano II para establecer el ministerio laico del catequista, tanto para hombres como para mujeres.

El domingo –Fiesta de la Palabra de Dios, como Francisco ha comenzado  a llamarla desde el 2019 –, a las mujeres instituidas en los ministerios de lectoras y catequistas  el Papa Francisco les informó  que estaban “llamadas a la importante labor de servir al Evangelio de Jesús”. , proclamándolo, para que llegue a todos, Su consuelo, alegría y liberación”.

El Papa Francisco entregó una Biblia a los lectores y un crucifijo a los catequistas, pronunciando las palabras: “Que vuestro ministerio esté siempre enraizado en una vida de profunda oración, edificada sobre la sana doctrina y animada por verdadero entusiasmo apostólico”.

El pontífice también usó su homilía para alertar a los nuevos lectores y catequistas sobre su tema habitual de “rigidez”, llamándola “perversión” y “pelagianismo moderno”.

“Siempre que pensamos que encontrar a Dios significa ser más rígidos, con más reglas, con más cosas correctas, con cosas claras… ese no es el camino”, ha dicho. “Cuando veamos propuestas de rigidez, pensemos inmediatamente: esto es un ídolo, no es Dios. Nuestro Dios no es así”.

Hombres y mujeres de Corea del Sur, Pakistán, Ghana e Italia fueron instituidos lectores, mientras que laicos de Perú, Brasil, Ghana, Polonia, España e Italia fueron instituidos catequistas.

El ministerio de la mujer defendido como parte del ‘trabajo creativo’ del Vaticano II

Aunque las mujeres han asumido regularmente papeles públicos y litúrgicos en el Novus Ordo, tales acciones no han sido apoyadas previamente por cualquier institución oficial. La naturaleza revolucionaria de las ceremonias dominicales fue señalada por el jesuita P. John Baldovin, profesor de teología histórica y litúrgica en la Facultad de Teología y Ministerio del Boston College, que destacó la importancia de instalar mujeres en tales ministerios.

“Hacerlos oficiales dice algo muy importante sobre la naturaleza del ministerio en la Iglesia Católica hoy”, ha dicho.

Mientras tanto, la liturgista Rita Ferrone ha dicho al disidente National Catholic Reporter que el ministerio de la mujer era parte del “trabajo creativo” deseado por el Vaticano II.

El Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización también ha defendido la iniciativa del Papa Francisco, diciendo que se basaba en una “práctica bien establecida en la Iglesia” que había “confirmado que los ministerios de laicos, fundados en el Sacramento del Bautismo, pueden ser confiados a todos los fieles idóneos, sean hombres o mujeres, según lo que ya implícitamente indica el canon 230 del Código de Derecho Canónico, que el Papa ha modificado para la ocasión”.

Un “ataque herético” contra el Sacerdocio

Pero el Diácono Nick Donnelly ha dicho a LifeSiteNews que tal desarrollo por parte del Papa Francisco es un “ataque herético” contra el Sacerdocio.

“La comisión del Papa Francisco de mujeres como lectoras puede parecer nada especial, dado que las mujeres han estado proclamando las Sagradas Escrituras en la Misa durante décadas. Sin embargo, instituir formalmente a las mujeres en el ministerio de lectoras en el contexto de la Misa es un asunto completamente diferente”, ha señalado Donnelly.

Ha señaló que “desde los primeros días de la Iglesia, el ministerio de lector y él de acólito están íntimamente asociados con el servicio de la liturgia divina y con el servicio de los ministros sagrados de la liturgia: diáconos, presbíteros y obispos. Desde los días de los apóstoles este ministerio ha sido reservado para los hombres, reflejando la elección explícita de Cristo de los hombres para ser sacerdotes. La estrecha vinculación del lector con el diaconado y el presbítero se refleja en el hecho de que su recepción sigue siendo necesaria. Es un requisito que los candidatos a las Órdenes Sagradas reciban estos ministerios”.

“A la luz de esto”, ha añadido Donnelly, “la preocupación es que la institución de la mujer en el ministerio de lector por parte del Papa Francisco sea el primer paso para abolir la conservación de las Ordenes Sagradas a los hombres. En última instancia, es un ataque herético contra la institución del ministerio apostólico de Nuestro Señor”.

Escribiendo poco después del lanzamiento de Spiritus Domini en 2021, el liturgista y teólogo Dr. Peter Kwasniewski ha advertido que la alteración del Papa del Derecho Canónico para promover a las mujeres por medio de los ministerios litúrgicos “encaja convenientemente en este esquema general de ruptura con la tradición católica”.

Al llamarlo un “cambio tectónico tanto en la teología como en la praxis”, Kwasniewski ha señalado que el cambio es “inteligible sólo en el contexto del feminismo ubicuo, que equipara el valor de las mujeres con la asunción de papeles tradicionalmente reservados para los hombres”, y como tal, se utilizaría para argumentar aún más a favor de mujeres diaconas y sacerdotisas.

Kwasniewski recientemente ha escrito un libro que explica y defiende la enseñanza católica tradicional sobre la conservación de los ministerios litúrgicos solo para los hombres.

 

El Papa Francisco abre a las mujeres roles litúrgicos hasta ahora reservados a los varones

 

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