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Guardias suizos Shutterstock

CIUDAD DEL VATICANO (LifeSiteNews) – El Vaticano seguirá pidiendo documentos COVID, al menos hasta fin de mes.  

Ayer, el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede, declaró en un decreto que el Vaticano mantendrá todos sus requisitos actuales de COVID a pesar del levantamiento de los mandatos en toda Europa, incluida Italia.  

Según el National Catholic Register, Parolin dijo que la pandemia de COVID-19 “requiere medidas extraordinarias y excepcionales específicas para combatirla y garantizar la realización segura de las actividades “. El cardenal se refirió al decreto del 30 de marzo, en el que el presidente de la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano había extendido todas las restricciones de COVID hasta el 30 de abril. Estas restricciones se aplican tanto al personal del Vaticano como a los visitantes.  

No está claro por qué se publicó ayer el decreto, cuando sus restricciones solo tienen vigencia hasta fin de mes.  

No hubo muertes por COVID-19 en territorio vaticano durante todo el período de emergencia declarada en Italia, que comenzó en marzo de 2020. Sin embargo, el Vaticano ha impuesto algunas de las medidas más restrictivas del mundo desde fines del año pasado.  

Justo antes de Navidad, todo el personal, los colaboradores externos y los visitantes deben mostrar un “Super Green Pass” (una certificación digital covid) para ingresar a las oficinas o edificios del Vaticano. El  “Super Green Pass”  solo se puede obtener mediante acreditación de haberse vacunado triplemente o haberse recuperado del COVID-19 en los últimos 6 meses; una prueba negativa de COVID no es suficiente para obtener el pase.  

Cualquier documentación que no sea el “Super Green Pass” no es aceptable para ingresar a los edificios del Vaticano, aunque todo lo que se requiere para ingresar a la Basílica de San Pedro es una máscara FFP2. El hecho de que cualquier empleado del Vaticano no obtenga un “Super Green Pass” se considera una “ausencia injustificada” del trabajo, lo que conlleva la sanción de una suspensión de pago.  

El anuncio del Vaticano se produce cuando Italia acaba de finalizar su estado de emergencia el 31 de marzo y se espera que finalice su mandato de máscara interna el 1 de marzo, aunque otras restricciones durarán meses aún.

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