Opinion
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El viernes, 7 de enero de 2022

(Campaign Life Coalition) – En una poderosa homilía el día en que la Iglesia conmemora los Santos Inocentes asesinados por el malvado rey Herodes, un sacerdote católico exhorta a sus fieles para que empiecen a exigir a las empresas farmacéuticas productos que no estén de ninguna manera contaminados por el aborto.

El Padre Mark Goring ha dicho a su congregación en la Parroquia St. Mary’s en Ottawa, el 28 de diciembre, que si un número suficiente de cristianos dijésemos: “No toco nada que esté contaminado por el aborto”, las empresas farmacéuticas tendrían que darse cuenta y cambiar la forma en que desarrollan sus productos.

“Es una pena si no conseguís descubrir cómo hacer algo que no esté contaminado por el aborto: ¡Qué lo descubráis!”, dice el padre en sus comentarios dirigidos a las empresas farmacéuticas.

“Somos capaces a rehacer las cosas si es necesario, ¿No somos? Podemos desarrollar las cosas. Pues bien, ¡escuchad! – descubrid cómo hacer productos farmacéuticos sin tomar la vida de un niño por nacer. ¡Que lo descubráis!

“Y quiero ver en los productos farmacéuticos un pequeño símbolo que dice que nadie – ningún niño – ha muerto para hacer este producto”.

La homilía atrajo los aplausos entusiastas de los fieles allí congregados.

El P. Goring había comenzado su homilía señalando que en la industria alimenticia, si alguien es vegetariano o intolerante al gluten, puede comprar alimentos que llevan un símbolo claro indicando que los productos son sin carne o sin gluten.

“La razón por la cual hablo así es que, en tiempos recientes, es más que obvio para nosotros que las empresas farmacéuticas están fabricando productos que están contaminados por el aborto. Y, como cristianos, por supuesto, esto debe perturbarnos. A nadie le gusta la idea de utilizar a un niño no nacido para crear un producto”, dice él.

El Padre estaba refiriéndose no sólo a todas las vacunas de COVID actualmente disponibles en Canadá que están todas contaminadas por el aborto, sino además, a una gran variedad de productos de consumo que también están contaminados por el aborto, incluso sabores artificiales, cosméticos, y medicinas.

“La razón por la cual hablo del pequeño símbolo en los productos alimenticios – es porque quiero ver un símbolo en los productos farmacéuticos – no importa de qué se trate: pasta de dientes o Tylenol, sea lo que sea – quiero ver un pequeño símbolo indicando que ‘bueno, el medicamento o producto que estoy tomando no está contaminado por el aborto’”, dice él.

“Porque no quiero tener nada que ver con el asesinato de un niño inocente”, dice el padre.

  1. Goring ha dicho que una nueva matanza de los inocentes se está llevando a cabo hoy en día– y ya desde hace varias décadas – que tiene como meta los niños no nacidos para la cosecha y venta de las partes de sus cuerpos usadas en la experimentación y para la creación y desarrollo de diversos productos.

“La razón por la cual hablo sobre esto, es porque hay un paralelismo. Herodes apenas da una orden: ¡Id y matad a todos aquellos niños! Pero él está lejos, distante. No va a escuchar los gritos. No va a ver la sangre. Y así también, en esta industria, que nos dicen está expandiéndose, no los vemos, no oímos los gritos. Pero en cierto sentido somos cómplices”, ha dicho.

“Es peor de lo que se imagina. Voy a perdonaros los detalles. Pero es macabro. Es horrible. Es una abominación.  Debería ser ilegal. Debería estar prohibido”.

Goring ha dicho que los cristianos tenemos el deber de preguntarnos si somos cómplices en esta nueva matanza de los inocentes y, en caso afirmativo, de tomar medidas para hacer algo en contra.

“Y así, al reflexionar sobre la terrible atrocidad que Herodes ha llevado a cabo, y como sabemos que él estaba alejado y a distancia – tenemos que preguntarnos hoy, ¿Podemos asegurar que no somos responsables de que cosas semejantes estén aconteciendo en nuestros días? Y una vez más, para nosotros, como cristianos, como católicos, es nuestro deber”.

“Es algo en lo que, como católicos a lo largo de los próximos años y décadas, necesitamos insistir: ‘Quiero que mis productos farmacéuticos cualesquiera estén libres del aborto. No quiero tener nada que ver con el asesinato de niños inocentes’”, ha dicho.

En un vídeo de seguimiento el 1 de enero, el P. Goring ha subrayado que aquellos que actualmente toman medicamentos contaminados por el aborto deberían responder presionando a las empresas farmacéuticas para que desarrollen productos que estén libres del aborto.

“Escuchad, continuad tomando vuestras medicinas. No estáis haciendo nada malo”, dice él, “pero debéis ser conscientes y, creo yo, empezar a presionar a las empresas farmacéuticas y decir: ‘Mira, quiero productos que no estén contaminados por el aborto’. Creo que ha llegado el momento de comenzar a hablar más vigorosamente sobre esto, de hacernos más insistentes”.

“Sabemos que muchos de los productos que consumimos son producidos de una forma antiética. No podemos dejar de tomar todos los productos que están comprometidos. Sin embargo, tenemos que ser conscientes de la transigencia y hacer algo sobre ella”, ha dicho el P. Goring.

El Padre Goring ha señalado en su vídeo de seguimiento que el movimiento contra la crueldad contra los animales ha tenido bastante éxito en solicitar a numerosas empresas que creasen productos no probados con animales.

“Muchas empresas farmacéuticas están muy contentas por destacar que no ha habido pruebas con animales involucradas en la fabricación de sus productos. Debemos tener el mismo respecto por la vida de los niños por nacer si los consumidores exigen saber si un producto ha sido contaminado por el aborto o no. No debemos ser despreciados en la farmacia. Es algo perfectamente legítimo y merece nuestra preocupación”, ha dicho.

Las palabras del P. Gorig contra los productos contaminados por el aborto reflejan las del Mons. Athanasius Schneider de Kazajistán que ha llamado por un “nuevo movimiento provida” que rechaza los medicamentos contaminados por el aborto. El año pasado, el obispo Schneider ha dicho que este nuevo movimiento debe “protestar, clara e inequívocamente, contra los medicamentos contaminados por el aborto, contra el abuso de las partes del cuerpo del bebé por nacer”.

Lo que más he apreciado en la homilía del P. Goring ha sido su llamada clara a los cristianos para no simplemente aceptar la situación horrible en que nos encontramos con las empresas que utilizan niños no nacidos asesinados, para crear y desarrollar productos, sino para levantarnos y exigir un cambio.

Cada línea celular utilizada proviene de un niño o una niña creados a la imagen de Dios quienes tenían su propio ADN, sus propias huellas dactilares, su propia hermosa sonrisa. Cada uno de estos niños ha sido llamado por Dios para ser amado y para amar.

Acabar con la vida deliberadamente para el propósito de la experimentación es la injusticia más grave contra nuestros hermanos seres humanos. Revela cuán enferma se ha hecho nuestra sociedad, que mucha gente tolera la matanza deliberada de los más débiles y vulnerables entre nosotros, a fin de los cuidados de la salud y productos de belleza.

Una sociedad será juzgada por la manera en que trata a sus miembros más vulnerables. El Padre Goring tiene razón: Ha llegado el momento en que todos hemos de tomar una posición firme a favor de estos niños y exigir el fin de la creación y desarrollo de productos que estén de cualquier forma relacionados con su muerte por medio del aborto y de la cosecha de las partes de sus cuerpos.

Y como ha dicho el Padre Goring: “Usar un niño no nacido para hacer un producto – a nadie le gusta eso”.

Reimpreso con permiso de la Campaign Life Coalition

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